Cuando te adentras en el mundo del flash, te encuentras con un sinfín de posibilidades, de imágenes aún por crear, un mundo de luz que modificar a tu antojo, versátil, rico y creativo; capaz de congelar el movimiento a velocidades que ni te atreviste a soñar, o dejarlo fluir, capaz de convertir el retrato más aburrido en una obra maestra.
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